miércoles, 19 de septiembre de 2007

Me gustan las sorpresas

Aun no me he "recomponío"… Sigo alucinando…

Me recogió ElSegu después del curro y me preguntó si tenía frío (es que estaba nublado!), le dije que no, así que nos fuimos a la playita… Es que me encanta la playa, y si es invierno al caer la tarde, ya ni te cuento!!
Realmente parecía una tarde de finales de Otoño, porque hacía fresquito, pero como lo había previsto, llevaba abrigo en el coche.
Aparcamos al ladito, saca del maletero el jersey, una toalla enorme (eh!! Eso lo has robado de mi casa!! - Jajaaja, es que es mu grande, en mi casa no hay ninguna así!! - jajajaj!) una bolsa que no me dejó tocar… jejeje, curiosa que es una!
Tiende la toalla cerca de la orilla (no demasiado, no vayamos a mojarnos) al lado de las tumbonas que a esa hora ya están recogidas y ordena que me quite los zapatos y me siente de espaldas a él, mirando a los pescadores que se intuyen a lo lejos, cerca del chiringuito iluminado. Oigo ruido a mis espaldas, un choque de cristal, papel que se rompe, el mechero y un "joder! Ya me he quemado, jajaja"… Pregunto si puedo mirar ya… "No, espera un momento!"…
Sus manos se posan en mis hombros, me besa el cuello y me dice que ahora sí…
Se me encogió el corazón… Una pequeña toalla roja puesta encima de la grande hacía las veces de mantes, dos copas de cristal fino para servir el fresco contenido de la botella de Lambrusco… Una cajita de bombones de esos de tiendas especializadas en chocolate, dos velas que no pudo encender debido al aire… Y su mano me ofreció un sobre rojo con una tarjeta… Al abrirla (y limpiar disimuladamente la traicionera lágrima que se me escapaba sin permiso), empieza a sonar " voulez vous coucher avec moi ce soir", nos entra la risa. Leo " Si te estás riendo, es que te gusta la sorpresa"… No sabes cuanto, digo en voz alta…



Confesiones bajo la luz de la luna y susurros acompañando las olas. Increíble.
El agua estaba caliente, nos mojamos los pies, pero una ola que no esperábamos empapó los pantalones, así que volvimos a casa fresquitos.

Con él, cada día es diferente.

11 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

La playa alimenta todos los amores. Sois unos afortunados.
Y esos pequeños detalles, consérvalos aún cuando os peleeis porque... coño, es precioso, por dios.

Nella dijo...

Ooooh qué bonito!! qué sorpreson! No me extraña que lloraras, yo seguiría a estas alturas...
Estas cosas son las que se quedan, son las que de verdad importan...
Besos felices

ileniaz dijo...

joer nena q bien te trata!! Me alegra q lo disfrutaras!!

Yo quiero uno asi!!!

Satrústegui dijo...

Yo me copio la idea. Digale que gracias a ElSegu y pronto copiaré la idea (poco orignal que es uno).

Miguel dijo...

c'est l'amour... qué cosas tiene.

Anónimo dijo...

Una preciosa historia... me ha hecho recordar y no he podido más que llorar.
Me alegro que alguien la estés viviendo...
Besos

ElRinconDelTaradete dijo...

Ohhh!¡Pero que bonito!¡Me pinchan y no me sale sangre!Yo tambien lo hice asi una vez pero empezo a tronar y tuvimos que salir cagando leches de la jodia playa. Es broma!Un saludillo!

. dijo...

Yo he tenido bastantes sorpresas ya con hacienda.
Les he perdido el encanto.

manolito dijo...

menta.la leche!.
tía eso merece de todo.
q mal quedamos el resto de los mortales cuando ves q alguien hace esas cosas..
de momento tomo nota y me propongo volver al tema de las sorpresas con mi neña.
besossss

Miguel dijo...

como un cuento por escribir '... como deseo que en la distancia, saborea de un paseo en Kayak en la próxima luna llena en los acantilados de Maro, después, al borde de la playa una toalla, unas copas algo de musica y ...' gracias por compartirlo, muchos abrazos

Unknown dijo...

Ohhhhhh!menudo detallazo!Es super tierno ¿no?
Unas tanto...y otras taaaaan poco!